viernes, 27 de julio de 2012

El espejo: narcisismo vs. auto conocimiento

¿Cuál sería el final de Blancanieves si a la reina el espejo no le hubiera dicho que ya no era la más bella…?

Juguemos un poco con la imaginación. ¿Podemos fantasear con un mundo sin espejos que reflejaran los años en nuestra piel o las diferencias con el ideal de “belleza clásica occidental” o el que está de moda? ¿Se haría realidad el dicho “Ojos que no ven corazón que no siente”? ¿Viviríamos más despreocupados, ajenos a los productos cosméticos y las cirugías estéticas? ¿Estaríamos menos deprimidos, por “no ver”? ¿Qué hubiera ocurrido si Narciso no hubiese visto su reflejo en el estanque? ¿Habría vivido sin vanidad ni egolatría y envejecido tranquilo?


Link a la nota publicada en la revista Rouge (Editorial Perfil):
http://rouge.perfil.com/2012-07-09-10688-el-espejo-narcicismo-vs-auto-conocimiento/

sábado, 30 de junio de 2012

El bosque, o la entrada a nuestro "temible" mundo interior

Atravesarlo es fundamental para poder conseguir la victoria. Pero antes, a vencer los miedos.

Lo que obliga al héroe o la heroína a partir de su aldea o su casa es una situación externa, impuesta por otro, y en el viaje que inicia para hallar la solución o encontrar las respuestas, en la gran mayoría de los casos, los lleva a ingresar a un bosque. Caperucita, va a visitar a su abuelita, Blancanieves huye de su madrastra, Hansel y Gretel son abandonados… El bosque, en los cuentos de hadas, simboliza el ingreso al mundo interior, un espacio habitado por nuestros peores demonios, pero también por nuestros sueños y anhelos más profundos; en él se halla la sabiduría ancestral, la más profunda – pero siempre se percibe como caótico y angustiante-. Bettelheim concluye que es el lugar al que vamos para encontrarnos con nosotros mismos.
Allí, el héroe o la heroína está obligado a utilizar sus propios recursos para salir adelante. Para crecer, es necesario desprenderse de mamá y papá (no sólo de los biológicos, en la vida estos arquetipos se presentan bajo distintos ropajes), aunque este alejamiento genere una sensación de aislamiento, horfandad y soledad profunda. Así se inicia el proceso de transformación, de crecimiento, en el que es necesario aprender a escuchar nuestra propia intuición (en la voz de pájaros u otros animales) para encontrar soluciones o dar con el camino correcto.


Link a la nota publicada en la revista Rouge (Editorial Perfil):
http://rouge.perfil.com/2012-06-24-10096-el-bosque-o-la-entrada-en-nuestro-temible-mundo-interior/



jueves, 14 de junio de 2012

Cenicienta, o el sacrificado deseo de agradar

Uno de los cuentos de hadas más conocido es el de la hermosa joven huérfana que es tratada con crueldad por la madrastra y sus hijas; pero finalmente le es reconocida su bondad. ¿Cuántas chicas se identificaban –identifican- con esa historia y era su cuento favorito? ¿Cómo releerlo en el siglo XXI?


Los cuentos de hadas pueden ser “leídos” como metáforas de procesos psíquicos y emocionales. Cenicienta es una joven, víctima de las circunstancias -su madre falleció y su padre se casó con una mujer egoísta y superficial-, marcada por la pasividad y la aceptación. Al parecer, entre las cenizas, la joven tiene que aprender una lección: ¿tal vez ajustarse al ideal de “perfección” que todo lo tolera, y que le garantizará ser la única que calzará el diminuto zapatito? (...) En la vida real, si Cenicienta se conforma con ser la víctima, anulará sus deseos y capacidades. Es erróneo pensar que “si complazco, no cuestiono o me postergo me van a querer más”, es probable que recibamos más… abusos e injusticias. (...) Dejar de agradar a otros de manera compulsiva, de pretender “calzar” en moldes sociales y aprender a agradarnos a nosotras, es un gran desafío. Recordemos a Julia Roberts en Novia fugitiva intentando descubrir cómo le gustaban los huevos a ella, ése fue su primer paso para salir de “víctima” y de ser el blanco de bromas injustas. Para romper el círculo vicioso, hay que llevar el foco que está afuera hacia adentro.


Link a la nota publicada en la revista Rouge (Editorial Perfil):
http://rouge.perfil.com/2012-06-04-8625-cenicienta-o-el-sacrificado-deseo-de-agradar/

lunes, 14 de mayo de 2012

Bella, o la capacidad de amar a la “bestia”

Hay una creencia que proviene de los cuentos de hadas: el amor de una mujer cambia a un hombre y –por supuesto- gracias a esa transformación él calza justo en el ideal que esa mujer tiene de un príncipe. ¿Cuánto hay de cierto?


Bajo la apariencia de un monstruo, sapo o cerdo, podemos rastrear príncipes hechizados en relatos de distintas culturas que no están vinculadas entre sí, ni en el tiempo ni en el espacio. Todos ellos tienen algo en común: cuando son amados por una muchacha, indefectiblemente, se transforman en un apuesto joven, o mejor aún ¡en un príncipe! Los niños se regocijan con esta transformación del animal en novio-príncipe (o en novia-princesa), porque las emociones que nos nacen cuando escuchamos un cuento se deben, según los psicólogos, a que las historias nos permiten conectar con esa parte de nosotros a la que no podemos engañar o de la que no podemos escapar.
Conocí a una niña cuyo cuento preferido era La Bella y la Bestia, creía a pie juntillas en su mensaje: el amor redime, transforma. Esa niña creció y después de los treinta años (y luego de haber vivido algunas experiencias y besado un par de veces), se dijo: “Si uno se enamora de una Bestia tiene que saber que va a ser siempre ‘bestia’, es posible amar mucho a un hombre pero ese amor no lo cambia, sólo aquello que está en su esencia es lo que puede aflorar… sólo eso y no otra cosa”. Esta reflexión nos invita a recapacitar sobre aquellas creencias infantiles que aún tienen vigencia en nosotras.


Link a la nota publicada en la revista Rouge (Editorial Perfil): http://rouge.perfil.com/2012-05-13-7786-bella-o-la-capacidad-de-amar-a-la-bestia/

jueves, 26 de abril de 2012

Caperucita, la audacia de vivir

Los cuentos de hadas se han transmitido de generación en generación, algunos de ellos tienen un fin muy preciso, en el caso de Caperucita alertar a los niños sobre aquellas conductas que pueden exponerlos a peligros. ¿Qué lugar ocupa hoy ese relato?

Link a la nota publicada en la revista Rouge-Perfil:
http://rouge.perfil.com/2012-04-20-6676-caperucita-la-audacia-de-vivir/


Link a la narración del cuento, versión libre de los hermanos Grimm
http://www.youtube.com/watch?v=Y5o5tUvj0xo&feature=related

Link a la narración del cuento en una versión contemporánea
http://www.youtube.com/watch?v=J_0FxSOdVaQ&feature=related

lunes, 23 de abril de 2012

¿Por qué cuentos de hadas y arte?

La fascinación que ejerce el cuento de hadas en todas las edades radica en que revela la propia naturaleza interior, con sus infinitas posibilidades espirituales, psíquicas y morales. Ayuda a reorganizar el pensamiento, a resolver problemas, a recordar el pasado u observar el presente desde una perspectiva distinta. En otras palabras, es un poderoso agente de cambio creativo, sanador y original.
Los elementos y herramientas de las artes plásticas (forma, color, orden en la composición) trascienden lo estético, son portadoras de mensajes emocionales, espirituales e ideológicos. El arte posee una faceta terapéutica muy importante para el desarrollo humano:
  • Estimula la actividad creadora y da placer durante la creación de la obra.
  • Expresa de manera simbólica aunque tangible, estados de índole psíquica, emocional y espiritual.
  • Permite un mayor grado de libertad emocional. El acto de componer hacia “afuera” contribuye a ordenarnos “por dentro”.

Había una vez... taller de escritura creativa


La propuesta es abordar los cuentos de hadas tradicionales a través del Arte Terapia. Los cuentos de hadas ofrecen sus historias para bucear en sus símbolos, arquetipos, metáforas… la idea es encontrarse en ellos para vivenciarlos y alquimizarlos a través de la escritura, la plástica y el movimiento. Así, desde lo creativo y lúdico llegar a un autoconocimiento más profundo.
El objetivo no es evaluar o juzgar lo estético en la producción escrita, sino valorar la expresión, estimular la posibilidad de conectarse con la creatividad, derribar bloqueos y estructuras para pensar lo mismo desde otro lugar, descubrir nuevas posibilidades de ser o hacer en el mundo, y poder encontrar una vía de expresión en la palabra y más allá de ella. No es necesario ser "escritor", sino desear expresarse, permitirse jugar y dar rienda suelta a la imaginación.